La lluvia, aún no siendo intensa, provoca:
- reducción de la visibilidad
- problemas de adherencia, reducción muy significativa del agarre, en especial:
· al comenzar a llover,
· si es muy intensa
· si el asfalto tiene mal drenaje.
Medidas a tomar:
- reducir la velocidad, aun si se tiene la sensación de que el vehículo va seguro.
- esmerar el cuidado en las curvas y en adelantamientos.
- aumentar la aceleración del motor (una velocidad menos, más revoluciones) lo que hace que éste aumente su fuerza con relación al agarre de las ruedas.
Especial cuidado en trombas de agua. Aun cuando haya cesado la lluvia, podemos encontrarnos con zonas de la calzada invadidas por cauces ocasionales desbordados.
Este peligro se acentúa especialmente de noche por la falta de visibilidad.